DESCRIPCIÓN: Bueno bueno bueno... Me he tenido que poner al día de nuevo con el blog porque hace tanto que no añado una ruta que ni me acordaba de su funcionamiento.
No podía retomar mi cuaderno de Bitácora con una ruta mejor que la que presento en este momento.
Hace ya algún tiempo que medio la ví por internet en Wililock y le añadí algo de mi cosecha.
La idea era hacer una ruta "extreme" de esas que no se olvidan y que son dignas de rememorar en cualquier ocasión que se tenga de hablar de rutas épicas.
Comenzando por San Justo y de manera circular trataría de abarcar "toda" la sierra por la parte de Porto, atravesando el valle del Tera, pasando junto al K-Trevinca que dejaría a mano derecha y todo ello a sabiendas de que parte de la ruta debería hacerse a pie, unas veces por lo abrupto de los caminos en algún momento, otras por la piedra suelta.
No importaba, la meta era volver sabiendo que la prueba, los límites, lo inalcanzable se puede llegar a tocar si se ponen ganas... y si no es posible, por lo menos lo habría intentado.
Tras dejar San Justo me dirijo hacia Trefacio por camino tradicional, de ahí a Cerdillo, Murias, Vigo de Sanabría, San Martín de Castañeda y Laguna de los Peces, primera meta del día.
Unas veces por camino (el de Vigo a San Martín me obliga a bajarme de la bici en algunos tramos) otras por carretera.
Desde Peces me queda un trecho que dudaba pudiese llevar a cabo a lomos de mi vieja y destartalada BH.
Y no me equivocaba. Camino empinado, piedra suelta, surcos.....mucho tramo a pata pero disfrutando del paseo.
Finalmente llego al valle y respiro algo más tranquilo tras enfilar la pista de Porto que recorre a su paso las orillas de varios embalses. Ni siquiera sé si está permitido andar por ahí con una bici....
A pesar de exisir varias fuentes en el camino observo que no fluyen a tope. Que los pequeños manantiales están bastante secos. Hace mucho calor.
Continuo ascendiendo por la pista de Porto un buen tramo a pata porque no quiero quemar cartuchos subiendo cuestas imposibles. Queda mucho aún y el cansancio ya será mi compañero de ruta, pero hay que continuar.
Rezo para que la bici aguane. En estos parajes una avería irreparable sería un marrón muy gordo. No hay que arriesgar más de lo debido.
A estas alturas llevo varios mensajes de wasap pero siguen guardaditos en el procesador del móvil.
No ha salido ninguno porque no hay cobertura desde hace mucho tiempo...
Tras reponer agua en la mejor fuente de todas las que he probado hoy (Fuente del Camposanto) junto al embalse de Puente Porto, cojo un desvío de la pista.
Abandono pues la pista de piedra suelta que lleva a Porto y me adentro en otra muchisimo más ancha y lisa que sabe Dios dónde lleva....
Tras varios Kms vislumbro en una parada técnica los molinos de viento generadores de electricidad. Estoy ya en el parque eólico de Padornelo.
Continuo varios kms por la pista que bordea el parque con el miedo de que alguien me pueda decir que son privadas o algo así (nunca he tenido miedo a pasar por una pista, pero precisamente este verano he tenido un encuentro con un forestal que me increpó y me dijo que la pista por la que estaba circulando no era pública. No obstante me dejó continuar si mayor problema. Fue en la ruta que llamaré "Rihonor" por ser precisamente el pueblo al que me llevó en esa ocasión mi BH "de mierda").
Logicamente poca gente hay por ahí y además en ningún momento llegué a saltar vallas o a entrar en las pistas que sí hacen alusión a la prohición del tránsito por las mismas si no eres personal autorizado.
De esta última parte y tras el espectáculo ofrecido por los molinos sólo queda destacar el gusto con que se desciende a Padornelo, un largo tramo primero por pista y después por carretera pasando después por Requejo y hasta Terroso y San Martín de Terroso para posteriormente encaminarnos de nuevo al Puente y por último San Justo.
IMPRESIÓN: Pues que voy a decir si en una de las imágenes hago mención a que es, de lo que he visto por la zona, el sitio más bonito de Sanabria.
Lejano, salvaje, duro pero a la vez bello, grandioso..... calificativos que hacen que este rincón se haya mantenido desde el principio de los tiempos inalterado y que espero así siga para siempre.
Alcanzable tan sólo para los que buscamos lo auténtico de la madre naturaleza.
Lo que unicamente se conquista con esfuerzo y sudor. Ingredientes estos, que lejos de deslucir la llegada a la ansiada meta, la convierten en todo lo contrario; un plato mucho más apetitoso y sabroso..
En definitiva es una ruta de muchos kilómetros que tiene su punto álgido en el nacimiento del Tera con las vistas de Peña Trevinca al fondo y que sorprende espectacularmente a la altura de los aerogeneradores por la magnitud de los mismos, la capacidad creativa del ser humano....un paisaje de ciencia ficción digno de contemplar. Después de tanta sierra salvaje e indómita, ahora esto.
Las aspas girando parecen otorgarles vida propia.
Pasar a tan escasos metros de estos gigantes impresiona y acojona de verdad.
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